La propuesta del Gobierno Mexicano considera que ahora las casas pagarán IVA. Esto significa que “de la noche a la mañana la vivienda costará un 16% más. También establece que las rentas de bienes inmuebles (casas y departamentos destinados a vivienda) también pagarán IVA. Esto representa otro aumento inmediato del 16% para la gente que paga renta porque no ha podido comprar casa propia.”
Por el lado de los créditos hipotecarios, los intereses también pagarán IVA. “Para la gente que acaba de comprar una vivienda o bien se encuentra en los primeros años de su crédito hipotecario, esto se traduce en un incremento inmediato en su mensualidad del 16%.”
Analizando esta información, se puede intuir que mucha gente no podrá solventar este gasto. Este incremento afecta de manera automática y de una forma negativa a los ciudadanos que se encuentren en la posición de pagar créditos hipotecarios.
Por otro lado, “si un individuo es propietario de su propia vivienda (con un valor de más de 1.2 millones de pesos) y está considerando ponerla en venta, tiene que pagar ISR por la ganancia o utilidad. Sin embargo, para determinar la utilidad se considera el valor de adquisición, actualizado, así como otros gastos. Pero no se consideran los intereses pagados en caso de que la propiedad haya sido adquirida mediante un crédito.” Afortunadamente esta regla no es aplicada aún, a menos que sean propiedades con un valor mayor a 7 millones de pesos. Podemos imaginar que si la regla fuera aplicada como es mencionada anteriormente, sería completamente incongruente, debido a que la utilidad para el propietario sería casi nula. (Lanzagorta, 2013)
Todos estos puntos gravan a la clase media y baja, mientras afectan el mercado inmobiliario. El patrimonio más importante para el mexicano es la vivienda ya que representa el crecimiento y la mejora en su calidad de vida.
Si el costo incrementa un 16%, la persona que desee adquirir un bien inmobiliario, tendrá que comprar una casa un 16% más chica (en función a la relación). Ésto llega a afectar en muchos sentidos, ya que si una persona que busca un crédito hipotecario, debe pagar hasta un 30% más mensual al pago original, y esto genera un déficit en la capacidad de compra y sustentabilidad de una familia.
Por lo general, adquirimos bienes inmobiliarios dependiendo de nuestras necesidades, pero ¿qué pasa cuando las necesidades deben ser priorizadas? ¿una casa digna o buena educación, salud y bienestar?
La industria de desarrollo de vivienda se ve afectada cuando la clientela se reduce en un 16% - relacionado con el incremento del IVA. Esto genera un impacto en la disponibilidad de trabajo, dado que generará desempleo. Reduciendo términos, la reforma hacendaria grava más de lo que beneficia. Todo esto compromete la calidad de vida de los mexicanos y pone en riesgo la capacidad de crecimiento en cuanto a bienes patrimoniales.
“Como sector estratégico, el sector de la construcción aporta cerca del 6% del Producto Interno Bruto y participa en la generación de casi 6 millones de empleos, según datos del INEGI, por lo cual, para reactivar al sector y a su vez lograr que las familias tengan acceso a una vivienda, es necesario reactivar las expectativas de las empresas y la generación de empleos formales que permitan que los créditos sean pagados. También es necesario que las políticas implementadas por el gobierno federal sean graduales si se pretende una mejora en la planificación urbana y que sean compatibles con la reactivación de la economía.” (Yáñez, 2014)
La Reforma Hacendaria ha causado cambios en los costos de vivienda, tanto en compra como en renta, así como modificaciones en los créditos hipotecarios. En términos generales, dicha reforma ha logrado causar inconformidades por parte de los propietarios como a los adquisidores de vivienda.
Fuente:
Reforma Hacendaria: Impacto en Vivienda - Planea Tus Finanzas. (2013). Retrieved May 7, 2015, from http://planeatusfinanzas.com/reforma-hacendaria-vivienda/#axzz3zspab8ze
